¡Hola frikimáticos! La semana pasada se estrenó un nuevo podcast llamado Arqueología Nintendo, el cual podéis seguir en iVoox, Spotify, Google Podcast o iTunes. Con motivo de este lanzamiento, he decidido crear este articulo en el que hablaré brevemente sobre los inicios de esta compañía, los cuales son mucho más remotos de lo que podríamos pensar.
Contexto histórico
Para empezar, diré algo que no es ningún secreto y que es sabido por muchos gamers y jugadores. Y es que, aunque se dedique a labores tecnológicas tan actuales, Nintendo es una empresa centenaria. De hecho, fue fundada hace 131 años en Kyoto, Japón, por un joven de 30 años llamado Fusajiro Yamauchi.
Esta fundación aconteció en el año 1889, aunque para conocer el contexto de la fundación de Nintendo y poder saber por qué se creó, tenemos que remontarnos algo más en el tiempo. En concreto, nos tenemos que retrotraer hasta el siglo XVI. A lo largo de esa centuria, las cartas y los juegos de cartas se introdujeron en Japón. Esta inserción se llevó a cabo por medio de los portugueses, los cuales transportaban estas cartas en sus barcos, y que presentaron a los lugareños durante las transacciones comerciales que realizaban en el país nipón.
Los años de represión
Lo cierto es que a los japoneses les gustaba mucho estos juegos lúdicos, aunque, a decir verdad, poco les duro la alegría. Pocos años después, en el siglo XVII, se instauró el conocido como periodo EDO, en el que Japón fue sometido a un gran hermetismo. Fueron aproximadamente 200 años de represión y rechazo a todo lo que provenía de occidente, incluyendo, por supuesto, los juegos de cartas y las cartas.
Pese a esto, los japoneses, que de tontos no tienen un pelo, intentaron evitar la prohibición. Para esto crearon ellos mismo unos tipos de cartas, obviamente inspiradas por las cartas occidentales, y fueron bautizadas como Hanafuda. Eso sí, la jugada les salió un poco rana… Si bien es cierto que los japoneses son gente caracterizada por su inteligencia, sus autoridades también eran bastante avispadas, por lo que pronto descubrieron el pastel y también prohibieron las Hanafudas, tanto su producción, como su venta y su uso.
La llegada de la apertura al mundo y fundación de la compañía
El caso es que no fue hasta 1853 cuando un comodoro (que es un grado de mando de la armada, sobre todo enfocado a la marina) llamado Matthew Perry llegó a las costas japonesas con los cañones al alza solicitando “amablemente” la apertura de Japón al mundo. Los nipones, aunque muy aguerridos, no tuvieron nada que hacer contra el poderío militar estadounidense, por lo que tuvieron que claudicar a regañadientes. Este importante hecho marcó el inicio de lo que posteriormente se conocería como restauración Meiji, que hizo que Japón se reabriera nuevamente al mundo. Aun así, tuvieron que pasar unos pocos años hasta que, en 1885, se eliminaron las restricciones a los juegos de apuestas, así como a la fabricación y venta de cartas Hanafudas. Este hecho abrió un nuevo panorama, con salones de juego, fabricantes y nuevos juegos.
Es en este preciso momento en el que retrocedemos al comienzo de este artículo. Nos encontramos en 1889, Fusajiro Yamauchi, ese joven kiotense de 30 años que hemos mencionado antes, encarga la construcción de un humilde taller, dedicado a la fabricación artesanal y venta de cartas Hanafuda. En ese momento, Fusajiro no era consciente de estar creando el que a la postre sería uno de los gigantes indiscutibles en el mundo de los videojuegos. Eso sí, para llegar a ese momento tendrían que pasar muchos, muchísimos años.
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